Inicia la conversación

Si tu hijo o hija quiere hablar, dedícale toda tu atención. He aquí algunos consejos para que te sientas más cómodo/a hablando abiertamente:

• Siéntense de lado a lado en lugar de sentarse frente a frente.
• Eviten las distracciones, como los celulares.
• No interrumpas.
• Evita demostrar inquietud.

No tienes que resolver el problema de tu hijo o hija. La meta es crear un espacio seguro en el cual pueda compartir y saber que le escuchas y apoyas. Luego de que tu hijo o hija hable, puedes decir:

• “Gracias por compartir esto conmigo. ¿Cómo te puedo apoyar?”
• “Siento orgullo que hayas querido compartir esto conmigo. ¿Cómo te puedo ayudar?”
• “Siento mucho lo que estás pasando en este momento. ¿Hay algo que yo pueda hacer para ayudarte?”
• “Te amo y estaré aquí en cualquier momento que me necesites”.
• “Nada va a cambiar mi opinión de ti. Vamos a lidiar con esto juntos/juntas”.
• “Gracias por compartir esto conmigo. Mucha gente batalla con esto. Aquí estoy para ayudarte”.

Mantén abierta la conversación haciendo acercamientos a tu hijo o hija a menudo. Con la práctica, cada vez será más fácil, y tu hijo o hija se sentirá más cómodo/cómoda al venir a ti cuando necesite hablar.

¿Necesitas más ideas para iniciar una conversación? Mira estas tarjetas de ideas que puedes imprimir.

Comunicar los sentimientos puede causar temor. Demuéstrale apoyo a tu amigo o amiga diciéndole que está bien sentirse así y que estás ahí para él o ella. Puedes decir:

• “Está bien sentirse así. Gracias por decirme”.
• “Me suena tan difícil. ¿Cómo te puedo apoyar?”
• “Me alegra saber que tienes confianza conmigo para contármelo. Estaré aquí cuando me necesites”.

Es posible que tu amigo o amiga tema que ya no querrás ser su amigo/amiga después de que comparta contigo algo difícil. Un abrazo, pasar tiempo juntos/juntas o hacer algo que les guste son maneras de demostrarle a tu amigo o amiga que aún le apoyas.

No tienes que tener todas las respuestas para ser un buen amigo o una buena amiga. Con solo escuchar le das a tu amigo o amiga un espacio para compartir algo y una oportunidad para que alguien le escuche. Este es un buen recordatorio de que no está solo/sola, y que hay ayuda disponible.

Si te preocupa tu amigo o amiga, anímale a hablar con un adulto de confianza. Si eso le da nervios, puedes ofrecer acompañarle a hablar con un adulto de confianza.

Tu amigo o amiga podría decirte cosas muy personales y preocupantes. Quizás también te pida que no le digas a nadie lo que te ha contado. Habla con un adulto de confianza, como un familiar, maestro, maestra, entrenador o entrenadora si te dice que:

• Alguien está hiriéndole o está abusando de él o ella
• Se está haciendo daño a sí mismo/a
• Está pensando quitarse la vida

Si te preocupa la seguridad de tu amigo o amiga, dile que tienes que hablar con un adulto de confianza y por qué. Es posible que te pida que no lo hagas, pero recuerda que su seguridad es lo más importante.